
Cómo prolongar la vida útil de tus equipos de protección individual (EPI): 5 sencillos consejos
Los equipos de protección individual (EPI) nos acompañan a diario en el trabajo, ya sean guantes o ropa de seguridad. Pero, por muy fiable que sea su protección, también depende mucho de nuestro cuidado. Solo quien trata correctamente a su EPI se asegura de que dure mucho tiempo y pueda desplegar toda su eficacia protectora en caso de emergencia.
Muchas personas cometen errores sin darse cuenta: utilizan los guantes de trabajo para fines incorrectos, almacenan su vestuario laboral de forma inadecuada o no cuidan el calzado con regularidad. Esto no solo acorta la vida útil del equipo de protección, sino que también puede suponer un peligro real.
Para que esto no te suceda, hemos recopilado 5 consejos sencillos para ti.
Almacenamiento adecuado
El EPI debe almacenarse en un lugar seco, limpio y protegido de la radiación UV. Lo ideal es un armario o un almacén limpio.
IMPORTANTE: Evita los entornos húmedos o aceitosos y asegúrate de que tu EPI no quede aplastado por herramientas u objetos pesados.
Inspección visual antes de cada uso
Antes de cada uso, dedica unos minutos a revisar el equipo: comprueba que las costuras estén intactas, que no haya roturas ni perforaciones y que suelas y cierres no presenten desgaste. Detectar a tiempo cualquier daño, por pequeño que sea, ayuda a prevenir accidentes, evita fallos mayores y aumenta significativamente tu seguridad personal.
Cómo limpiar y mantener un EPI correctamente para garantizar su protección
Lo más recomendable es limpiar el EPI después de cada jornada laboral o, como máximo, en cuanto esté visiblemente sucio. La acumulación de suciedad, productos químicos o polvo metálico puede dañar los materiales y reducir su capacidad de protección. Para su mantenimiento, utiliza detergentes suaves con agua tibia y evita tanto los agentes químicos agresivos como el calor excesivo durante el secado.
Importante: La limpieza superficial no garantiza una higiene completa. Muchos equipos de protección individual requieren tratamiento especializado en lavanderías industriales para asegurar una descontaminación adecuada.
Instrucciones de cuidado y mantenimiento de los equipos de protección individual (EPI)
Cada equipo de protección individual cuenta con indicaciones específicas de uso y cuidado. Es fundamental revisar los símbolos y etiquetas de la prenda, así como las instrucciones adjuntas. En ellas se detalla, por ejemplo, si puede lavarse en casa, la temperatura de lavado recomendada, la posibilidad de usar secadora o la vida útil máxima del producto. Del mismo modo, resulta esencial respetar las recomendaciones de mantenimiento y los intervalos de revisión establecidos para garantizar siempre la máxima seguridad.
Uso correcto del EPI: por qué es importante emplearlo solo para su función prevista
El uso de un equipo de protección individual para tareas distintas a las que fue diseñado no solo reduce su eficacia protectora, sino que también acelera su desgaste. Además, pueden generarse daños invisibles que comprometan seriamente su seguridad. Por ello, es fundamental utilizar cada EPI exclusivamente en la actividad para la que ha sido concebido.
Conclusión
Si aplicas de forma constante unas sencillas medidas de cuidado y mantenimiento, puedes prolongar significativamente la vida útil de tu equipo de protección individual. Esto te ayudará a reducir costes, evitar sustituciones innecesarias y, al mismo tiempo, aumentar tu seguridad en el trabajo.
Recuerda: tu EPI no es solo un accesorio más, sino una parte fundamental de tu protección personal. Trátalo con el cuidado adecuado y te protegerá de forma fiable siempre que lo necesites.